En Septiembre de 2016 comenzamos una nueva vida, una nueva forma de afrontar nuestros estudios y de encaminarnos sin cesar hacia nuestro futuro.
Mi madre pensó (y pensó bien) que unas pequeñas pautas para adaptarme a nuevas situaciones me servirían para empezar a caminar, así que me recomendó leer estas 10. Y me gustaría compartirlas con vosotros.
¡Espero que os guste!
1. Una nueva situación no sólo nos priva de algo anterior, sino que nos trae otras oportunidades. No hay que perderse nada.

2. ¿No te pica la curiosidad? Pues la curiosidad es la fuente de información y acicate para el aprendizaje.
3. Nuevas condiciones de vida exigen nuevas respuestas. Es la oportunidad de darte cuenta de cuánto vales y hay dentro de ti. Decídete a renovarte del todo. Pon en marcha todos los proyectos que se te ocurran.
4. No te aferres a lo ya conocido ni te ates a las costumbres de siempre: hay antes ti una puerta abierta para cambiar a mejor. No la cierres.
5. Para no pagar novatadas, lo mejor es ver, oír y callar; durante los primeros momentos al menos. No hace falta tampoco ponerse un escudo.
6. Recaba toda la información posible acerca de la nueva situación que te toca vivir. Por prudencia, y para no perderte nada de lo que te aporte.

7. Aunque nadie escarmienta en cabeza ajena y nada nos ahorrará nuestras propias experiencias, no está de más dejarse ayudar por los que ya pasaron por donde nosotros nos disponemos a entrar. Déjate aconsejar.
8. La novedad siempre tiene algo de juego, de adivinanza, de apuesta. Despierta tu sentido lúdico y juega con el destino. ¡Que lleguen las sorpresas!
9. Cambiar de circunstancias vitales -de ciudad, de casa, de trabajo, de amores- nos pone en situación de inseguridad. No te asustes.
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